Tres principios básicos para el Feng Shui

 

Hoy quiero compartir con vosotros tres principios muy sencillos sobre los que se basa el Feng Shui: el orden, la limpieza y que todo funcione según el fin para el que fue creado.
Como se traduce esto en nuestra vida cotidiana? sencillo, tratar de mantener nuestra casa o nuestro negocio con todo colocado en su sitio, en cajones, armarios, muebles, zapateros, gabinetes, archiveros, etc. Esto a veces se convierte en una tarea titánica con los espacios actuales que a veces son muy pequeños, pero también es cierto que a día de hoy hay en el mercado contenedores de múltiples tamaños, colores y materiales, que aunque queden a la vista ya se convierten en elementos de decoración, con el plus de que nos sirven para guardar todo en su sitio correspondiente.
Por otro lado la limpieza, que siempre parece por demás decirlo, pero que con la vida tan de prisa que llevamos, a veces se quedan por ahí rincones que no movemos en mucho tiempo; o bien vamos postergando para otro día el hacer una limpieza profunda para deshacernos de ropa que hace años que no nos ponemos, papeles que vamos acumulando por no tener tiempo de revisar y tirar lo que ya no es útil. En nuestro negocio: género, documentación, productos, que vamos dejando por ahí encima porque ya lo guardaremos cuando tenga tiempo, y ese tiempo nunca llega. Y el cúmulo de desorden sí que crece.

Que todo funcione, es decir que todo cumpla con su fin propio. Por ejemplo las bombillas, deben alumbrar, no tener por mucho tiempo bombillas fundidas, cambiarlas a la brevedad posible, normalmente tenemos repuestos en casa. Que los espejos reflejen nuestra imagen, todos aquellos espejos que tengan manchas o grietas pero que no se llega a romper, mejor cambiarlos porque estarán devolviéndonos una imagen desvirtuada, quebrada o dañada de nosotros mismos. Recordemos el dicho “Como es afuera es adentro y como es adentro es afuera” lo que nos rodea manda un mensaje a nuestro inconciente, si ese entorno está resquebrajado, grisáceo, desvirtuado, quizás nuestro ánimo vaya perdiendo vitalidad y fuerza. Por el contrario aunque nuestro ánimo estuviera disminuido por circunstancias de la vida, si le ponemos cuidado, cariño y nos rodeamos de un entorno cálido, armónico y funcional, nos proporcionará la energía que requerimos para VIVIR, en el significado pleno de la palabra, siendo capaces de encarar de mejor modo cualquier situación.
Que los relojes marquen las horas, no dejarlos parados por falta de pilas por meses. Que las plantas se te secan, comprar nuevas o si no se te da eso de cuidar plantas vivas, o tu espacio no tiene la luz y ventilación que requieren, puedes optar por unas de seda que tienen una apariencia de naturales. Que el grifo gotea, llamar al fontanero o recurrir al manitas de la casa, para que lo arregle.
Creo que con estos ejemplos ha quedado claro; de lo que se trata es de no perder o malgastar energía, no cumular energía inerte o más aún negativa en nuestros espacios, porque además de perder dinero, como en el caso de las pérdidas de agua, no dejamos espacio para que en nuestra vida se den la prosperidad, la abundancia, la salud y la paz.
Toda la luz a vosotros y nos leemos muy pronto.

Rosario Luengas

Consejera Feng Shui – Colaboradora en Look4deco