En el corazón de Manhattan, conocerás un cambio radical, se trata de una casa que pasó de club nocturno a piso familiar, donde una vez resonaban los ritmos frenéticos de la vida nocturna. Ahora se encuentra un refugio de tranquilidad y calidez.
Se trata de un piso familiar que fue construido en 1866 y ahora ha surgido de las cenizas de lo que solía ser un famoso club nocturno. Esta transformación radical es un testimonio del poder de la creatividad y la visión para reinventar espacios y darles una nueva vida.
Casa renovada a lo largo de los años
La diseñadora Jaimie Baird cuenta que la casa había sido renovada muchas veces con el paso de los años. Pero, fue en los años 80 que se transformó en una discoteca Vinyl, juntamente con el club vecino Area. Se encuentra en la vuelta de la esquina, realmente era un bastión de la vida nocturna en Nueva York en el que se veían figuras como Madonna y Grace Jones.
Espacio adaptado a una familia moderna
El lugar, que alguna vez fue un destino codiciado para los amantes de la música y la vida nocturna. Ahora este espacio ha sido reimaginado por una familia que buscaba un hogar único y lleno de carácter en medio del bullicio de la ciudad.
Lo que podría haber sido considerado un proyecto ambicioso y desafiante se convirtió en una oportunidad para preservar la historia del lugar. Esto, mientras se creaba un espacio que se adaptara a las necesidades modernas de una familia.
Molduras intrincadas en paredes y techo
Señala Baird que en la sala de estar y el comedor principal decidió rendir homenaje al apartamento haussmanniano. Para ello, se instalaron molduras intrincadas en los techos y las paredes que permiten suavizar el espacio que de otra forma sería industrial.
Para los muebles se enfocó en piezas antiguas y nuevas que brindan un contraste en un espacio de doble uso. Además de una mesa de comedor de roble cerusado personalizada y un mueble de inspiración vintage del diseñador Jeff Soderbergh que tiene sede en Rhode Island.
Reinterpretación de espacios interiores
Sin embargo, la verdadera magia radica en la reinterpretación de los espacios interiores. Donde antes se encontraban las pistas de baile y las zonas VIP. Hoy día, hay salas de estar acogedoras, cocinas modernas y dormitorios tranquilos.
La transición de un ambiente vibrante y lleno de energía a un entorno familiar y relajado no fue fácil. Pero, se logró el resultado final, un testimonio de la creatividad y la habilidad de los diseñadores y arquitectos involucrados en el proyecto.
Cambio de atmósfera
Además de la transformación física del espacio, también hubo un cambio en la atmósfera y la energía del lugar. Lo que solía ser un ambiente de alta intensidad y euforia se ha convertido en un santuario de paz y serenidad en medio de la ciudad que nunca duerme. Esta metamorfosis no solo ha cambiado el aspecto del edificio, sino también la forma en que se percibe y se vive en él.
Como puedes ver, la historia de club nocturno a piso familiar en Manhattan es un recordatorio inspirador de que incluso los lugares más inesperados y poco convencionales pueden convertirse en hogares cálidos y acogedores con un poco de imaginación y esfuerzo.