Una restauración con alma y un toque chic
Samena no siempre fue el refugio que es hoy. Antes de que Olivier Amsellem la descubriera, la casa era una construcción sin techo, con paredes a punto de desmoronarse. Sin embargo, Amsellem, cofundador de la boutique Jogging en Marsella, vio en ella una oportunidad única de devolverle la vida, respetando la historia del lugar y su estilo rústico.
La clave de la restauración fue la elección de materiales que dialogaran con el entorno y mantuvieran la esencia humilde de la construcción original. Hormigón, acero, terracota y madera fueron los principales elementos que Amsellem utilizó para crear un espacio que se siente tanto moderno como enraizado en la historia de la zona.
El proceso de restauración llevó cinco años, y en cada etapa, Amsellem meditó cada decisión, asegurándose de que los cambios respetaran las cicatrices del tiempo. En lugar de ocultarlas, decidió integrarlas en el diseño, dándole a la casa un carácter único. Las puertas de vidrio, que ahora conectan el interior con dos patios, permiten que la luz natural inunde los espacios, mientras que la cocina, diseñada en forma de galera, mantiene la esencia simple y funcional de lo que una vez fue un hogar humilde.
Un interior que cuenta historias
Entrar a Samena es como caminar por un espacio donde el pasado y el presente coexisten armoniosamente. Olivier ha sabido mezclar muebles antiguos con piezas contemporáneas, creando un ambiente ecléctico que invita al descanso y la reflexión. Uno de los primeros objetos que te recibe es una Virgen María sin manos, que según Amsellem, «es testigo de todo lo que sucede aquí abajo».
Norm Architects construyó esta casa de playa en madera
Los estantes abiertos exhiben cerámica y terracota de la playa, mientras que las paredes, preservadas en su estado original, se mezclan con sábanas frescas y muebles de diseño, ofreciendo una sensación de calidez y elegancia. El dormitorio, con una bañera victoriana restaurada junto a la cama, es el espacio perfecto para desconectar, rodeado de una paleta de colores neutros y una vista espectacular del mar Mediterráneo.
Las nuevas lámparas de pared Lampe Gras 222 aportan una iluminación suave y acogedora, mientras que el armario de roble diseñado por Marina Bautier añade un toque de modernidad a un espacio que parece suspendido en el tiempo. Sin duda, Samena es un lugar donde el diseño cuenta una historia en cada rincón.
Espacios exteriores diseñados para disfrutar
Uno de los puntos más destacados de Samena es su conexión directa con la naturaleza. A solo 10 metros de la casa se encuentra la cala Saména, un rincón del Mediterráneo rodeado de acantilados escarpados, donde el sonido de las olas es la banda sonora perfecta para desconectar del mundo. La terraza, revestida de terracota, cuenta con una mesa de hormigón ideal para disfrutar de comidas al aire libre, y una piscina de inmersión donde relajarse en los días calurosos de verano.
La propiedad también incluye una ducha al aire libre y un mostrador empotrado con fregadero, pensado para quienes disfrutan de la jardinería o de preparar una comida rodeados de la belleza del paisaje. La mesa del comedor se puede mover al exterior, permitiendo cenar bajo el cielo estrellado con el mar como telón de fondo. Cada espacio exterior ha sido diseñado para maximizar la experiencia de vivir junto al mar.
Un refugio que celebra el arte y la gastronomía
Olivier Amsellem concibió Samena no solo como un lugar de descanso, sino también como un espacio abierto a la creatividad y el encuentro. De vez en cuando, invita a chefs a preparar comidas en la casa, transformando la experiencia de hospedaje en un evento gastronómico único. Las paredes de Samena también acogen obras de arte contemporáneo, creando un diálogo entre el presente y la historia de la casa. Es un lugar donde el arte, la gastronomía y el diseño convergen para ofrecer una experiencia singular.
Un lugar con estilo y carácter
Samena es mucho más que una casa de playa: es un refugio con alma, donde cada detalle ha sido pensado para ofrecer una estancia inolvidable. Con capacidad para dos personas, es el lugar ideal para quienes buscan escapar del bullicio de la ciudad y reconectar con la naturaleza, sin renunciar al lujo y al confort.
El equilibrio entre lo rústico y lo moderno que ha logrado Olivier Amsellem convierte a Samena en una joya arquitectónica que refleja el encanto del Mediterráneo. Si buscas un espacio donde el diseño cuente historias y donde cada rincón te invite a relajarte, Samena es tu destino.
¿Te animas a descubrirlo? Esta casa única está disponible para alquiler y promete ser el escenario perfecto para una escapada inolvidable en la costa de Marsella.
Fuente:
remodelista.com