Una vivienda que está bien aislada es más eficiente y tiene tiene menos gasto de energía

Estos aislantes se instalan tanto en la cubierta, en la fachada interior de los tabiques que separan las habitaciones o en suelos y es posible aislar una vivienda tanto térmica como acústicamente para un mayor confort.

El clima influye profundamente en las técnicas de construcción de las diferentes regiones. Sin duda, el clima es uno de los factores más determinantes a la hora de adquirir un carácter, tanto físico, como emocional. Por eso, las diferentes zonas del mundo que comparten un clima, por muchos kilómetros que las separen, comparten rasgos comunes, maneras de construir similares y utilizan materiales muy parecidos. 

Así pues, se puede decir que aislarse del clima o servirse de sus bondades es una de las principales metas que se persigue cuando se construye un edificio. En lugares con mucha luz se hacen ventanales para optimizar ese recurso, en los sitios con mucha agua o nieve se emplean techos a dobles aguas para evacuar fácilmente. Es ahí donde se hace necesario observar qué elementos son más importantes para que el confort de una casa, esté dónde esté ubicada, siempre posea las mejores condiciones. 

Gracias a la instalación de aislamiento térmico en cubiertas es posible mantener una temperatura constante en el hogar, ahorrando energía y haciendo más eficiente la vivienda. Para ello existen diferentes fórmulas y materiales, todo dependerá del acabado que se necesite y de las características de aplicación que requiera el edificio en sí. 

Estos son los dos tipos de aislamiento en tejados inclinados

Concretamente, si el tejado presenta inclinación, sea a dos o cuatro aguas, el aislamiento con  poliestireno extruido (XPS) por el exterior es el más adecuado, ya que ofrece un magnífico aislamiento térmico, nula absorción de agua y excelente comportamiento, a los ciclos de congelación y descongelación. A la par, otra de las grandes ventajas que ofrece es que es resistente a la compresión.

La otra fórmula es a través del aislamiento con lana mineral,  un material  que proporciona aislamiento térmico y acústico, que además es incombustible. Por todo ello, se convierte en uno de los materiales más apreciados para dar solución de aislamiento por el interior en los tejados inclinados. 

Ventajas de aislar térmica y acústicamente un edificio

Sin duda, aquellos propietarios que deciden someter su vivienda ya sea unifamiliar o un bloque de edificios, sobre todo si son antiguos, a un aislamiento térmico y acústico lo hacen para mejorar el confort, ahorrar energía y alargar la vida útil del edificio. 

Como se ha expuesto, cuando una casa es unifamiliar y no adosada está más sometida a todas las inclemencias del medio donde está ubicada, así como de la meteorología. Eso hace que pueda haber grandes cambios de temperatura y un alto riesgo de condensaciones en invierno. En este sentido, el aislamiento dará mayor eficiencia, dotará al edificio de más autosuficiencia y se estará contribuyendo al ahorro de energía, por tanto, sin cambiar de hábitos, es una apuesta por el ecologismo. 

Lo mismo ocurre en lugares calurosos o con lluvias abundantes. Aislar nuestra vivienda, revalorizará el inmueble y la hará más confortable y eficiente.

También el aislamiento acústico es importante porque evita que ruidos molestos irrumpan en la paz del hogar.

En todo caso, el hogar es uno de los lugares donde más tiempo se pasa a lo largo de la vida. Esto lleva a pensar que invertir en su confort y comodidad, más que un gasto, es una inversión en calidad y bienestar.