Se trata de un jardín interno que ha transformado una casa de Bruselas. Es una casa que se encuentra en el corazón de una ciudad conocida por su arquitectura histórica y sus encantadores paisajes urbanos. Se destaca por una característica única, su impresionante jardín interno.
En esta casa el arquitecto Nicolas Schuybroek se encarga de reinterpretar el concepto de clausura y convierte una vivienda en un jardín interior. Esta casa que alguna vez fue una propiedad común en el bullicioso vecindario, ha experimentado una transformación notable gracias a la introducción de un oasis verde en su interior.
Una casa que se transformó en un refugio de serenidad en medio del ajetreo y el bullicio de la ciudad. A continuación, aquí puedes ver cómo este jardín interno ha elevado el encanto y la funcionalidad de la casa:
Un escape verde en el corazón de la ciudad
El jardín interno de esta casa en Bruselas es mucho más que un simple espacio al aire libre. Se trata de un oasis de tranquilidad y belleza natural en medio del entorno urbano. Al abrir las puertas que dan al jardín, los residentes son recibidos por un paisaje exuberante de vegetación, donde las plantas trepadoras se entrelazan con árboles frondosos y macetas rebosantes de flores coloridas.
Se trata de un claustro moderno que se convierte en un escape verde donde se puede disfrutar de la frescura del aire libre sin tener que abandonar la comodidad del hogar.
Eterno minimalismo
Hay un equilibrio de simetrías y proporciones, en el que los materiales envejecen con sencillez y belleza. Son cualidades que se plasman en el interior gracias al trabajo realizado por Celine Ghins, quien se encargó de elegir cada pieza de arte y mobiliario y arte.
Además, una paleta de colores en tonos suaves que hacen contrastes y una selección pequeña de materiales naturales, como el yeso arcilloso o como la madera, arte abstracto contemporáneo y clásicos de Axel Einar Hjorth, Lina Bo Bardi o Jean Prouvé.
Una extensión del espacio habitacional
Además de ofrecer un refugio tranquilo, el jardín interno también se ha convertido en una extensión natural del espacio habitable de la casa. Las áreas de estar y comedor están estratégicamente ubicadas alrededor del jardín, creando una sensación de fluidez entre el interior y el exterior.
Posee grandes ventanales y puertas de vidrio permiten que la luz natural inunde los espacios interiores, mientras que las vistas del jardín agregan un elemento de belleza y serenidad a cada habitación.
Diseño integrado y sostenibilidad
El diseño del jardín interno se ha concebido de manera integral, complementando la arquitectura de la casa y respetando su contexto urbano. Se han utilizado materiales sostenibles y técnicas de paisajismo ecológico para garantizar que el jardín sea tanto estéticamente atractivo como respetuoso con el medio ambiente.
Además, la presencia de vegetación en el interior ayuda a purificar el aire y a regular la temperatura, contribuyendo así a la eficiencia energética y al confort ambiental de la casa.
Como puedes ver, el jardín interno de esta casa en Bruselas es un ejemplo inspirador de cómo la introducción de un espacio verde puede transformar por completo un entorno habitacional.
Más que un simple elemento decorativo, este oasis urbano ofrece un refugio de serenidad y bienestar para sus habitantes, mejorando su calidad de vida y añadiendo un toque de belleza natural al corazón de la ciudad.