La decoración con cuadros o relojes es una manera de dar un toque personal a un ambiente. Por lo general, estos objetos se colocan en muros. No obstante, también pueden ser ubicados en mobiliarios según el tamaño de estos últimos. Además, es una excelente manera de dotar de elegancia los espacios. Son perfectos para una decoración no permanente. En cualquier momento, tanto los cuadros como los relojes se pueden retirar. Luego, colocar otros diferentes si se desea hacer un cambio visual.
Hay diversos tipos de cuadros, así como relojes. Están los cuadros figurativos, así como también los cuadros abstractos. Estos pueden ser de paisajes, retratos, bodegones o composiciones geométricas y de libertad compositiva. También, hay gran variedad de tamaños. Por ejemplo, usar un solo cuadro de gran tamaño o varios pequeños. Por otra parte, un reloj es un objeto tanto estético como funcional. Los hay en variados tamaños y formas: desde los relojes circulares, hasta otros cuadrados, octogonales, ovalados, etc. Por supuesto, no podemos olvidar que existen las versiones analógicas y digitales.
Consejos para decorar con cuadros o relojes
Hay varias maneras de usar estos objetos con fines ornamentales. Además, se utilizan con suma regularidad tanto en ambientes de oficina como en el hogar. En dado caso, es necesario tener criterios estéticos para obtener el mejor provecho. Al respecto, dejamos algunas indicaciones:
Reloj de pared grande
Un reloj de pared de gran formato siempre llamará la atención. Además, es una solución sumamente elegante e interesante. Lo recomendable es que se coloque en el centro de la pared donde será instalado. Como es de suponerse, por su gran tamaño este reloj destacará y se convertirá en protagonista del ambiente donde será ubicado.
Reloj de pared pequeño
Un reloj de pared de menor tamaño deberá ubicarse siempre en la zona alta de la pared o muro. No se recomienda ubicarlo cerca de vigas o columnas. Lo ideal es que sea de un color reconocible. También requiere colocarse en un sitio fácilmente avistable. De esa manera, todas las personas que están en el sitio pueden mirarlo sin inconvenientes.
Reloj de pared moderno
Este tipo de reloj de pared es digital. Usa números que pueden brillar, lo cual es ideal en horas nocturnas. Se puede instalar en un dormitorio, logrando ver la hora en todo momento, incluyendo la noche o madrugada. También se utiliza bastante en oficinas. Lo mejor es colocarlo en una pared de pasillos o colectiva. Por supuesto, es un reloj más contemporáneo.
Cuadro para el salón
Los cuadros de salón siempre tienen un aire elegante. Suelen ser de tamaño mediano o grandes. Además, se convierten en protagonistas de la decoración. Es recomendable que estén enmarcados, por lo que será necesario combinar sus colores y formas con los de los materiales y tonalidades del ambiente. Elegir un cuadro de salón es una decisión delicada e importante.
Cuadros de paisajes
Son clásicos entre las temáticas de los cuadros decorativos. Se requiere que estén muy bien pintados con una magnífica combinación de colores y formas. Además, el tema del paisaje es relevante. Entre las opciones existen paisajes de montaña, playas, paisajes urbanos, etcétera. Son cuadros con temáticas que incluso tienen alguna anécdota plasmada. La gente se detendrá a mirarlos, por lo que necesitan un espacio libre entre ellos.
Cuadros abstractos modernos
Los cuadros abstractos se distancian de la figuración. No tienen una temática clara, tampoco representan algo en concreto. Son combinaciones de formas, colores y ritmo. Pueden ser geométricos o de forma orgánica. Funcionan muy bien sobre superficies de paredes unicolores y lisas. Además, se pueden combinar diversos cuadros abstractos que se articulan en una misma composición.
Quizás, sean más indicados para ambientes de oficina que para uso doméstico. Pueden usarse en tamaño mediano o gran formato. Son poco recomendados los cuadros abstractos de reducidas proporciones.
Cuadros grandes
Una de las primeras cuestiones al momento de decorar con cuadros es el tamaño de los mismos. Por supuesto, el tamaño del muro es un factor inicial. Mientras más espacio disponible se puede colocar un cuadro de más extensión. No obstante, otra alternativa es colocar varios cuadros pequeños o medianos.
Es mejor que los cuadros grandes sean figurativos, tales como paisajes o bodegones. Si el cuadro es muy grande, pasa a ser como una suerte de “mural portátil”.
Cuadros pequeños
Estos cuadros son como detalles en las paredes. Se pueden colocar también sobre mobiliario. En ciertos casos, se pueden utilizar varios cuadros pequeños sobre una pared. Pero es importante que combinen entre sí, formando una suerte de composición entre ellos.