Una casa ordenada y limpia es sinónimo de paz mental y de una vida con menos complicaciones. Los estantes en las paredes son una buena solución al uso del espacio tanto desde el punto organizativo, como decorativo. Conozcamos mejor qué tipos de estantes abiertos existen.
Para lograr tener un hogar ordenado muchas veces recurrimos a muebles que permitan almacenar objetos. Sin embargo muchas veces los mismos ocupan mucho espacio con el que a veces no contamos. Llegan incluso a obstruir el paso y a sobrecargar el ambiente.
Entonces empezamos a evaluar como método de almacenaje los estantes. Los estantes sirven para aprovechar más bien el espacio que tenemos por encima, liberando el espacio de abajo para poder circular con libertad.
Hasta ahora los clásicos estantes eran los cerrados con puertas, más típicos en las cocinas. Sin embargo la tendencia que ya está haciendo furor este año son los estantes abiertos.
La ventaja de los estantes abiertos es que no solamente son un objeto de almacenaje, sino también de decoración. Puedes sacarle provecho exhibiendo objetos que justamente quieres que se vean, como cuadros o plantas.
Sin embargo el factor que debes tener en cuenta es que deberás tener cuidado con el orden de los objetos que vayas a colocar. No estamos hablando de simplemente almacenar objetos como lo harías con un estante cerrado, sino que todo quedará a la vista, por lo tanto debe estar bien pensado.
Tipos de estantes abiertos: Colgados con cuerdas
Este tipo de estantes va perfectamente con un estilo de decoración tipo rústico. Puedes elegir el material de las cuerdas que más te guste, las cuales deberán ir colgadas desde el techo para causar un mayor efecto.
Lo ideal en este tipo de estantes ya que hablamos de estantes colgantes, es no colocar sobre sus maderas objetos demasiado pesados, y asegurarte que las argollas empotradas en la pared desde donde colgará el estante, estén bien aseguradas.
Estantes empotrados a la pared
Es uno de los tipos de estantes abiertos más comunes. La sensación que da es como si estuviese suspendido en la pared y como si surgiese de ella naturalmente.
Lo bueno de los estantes abiertos es que no necesitamos comprarlos, con el trozo de madera indicado podemos colocarlos nosotros mismos con tornillos resistentes para esta tarea.
Si además los pitamos del mismo color de la pared los unificaremos con la misma y realzaremos la sensación de que se trata de un mismo conjunto.
Estantes esquineros
Finalmente esta opción viene a romper con las formas clásicas en una habitación. Es un tipo de estante más dinámico y que justamente lo que hace es aprovechar las partes de un espacio a las que generalmente no les prestamos atención.
Pueden ser de cualquiera de los dos tipos de estantes abiertos anteriores, colgantes o empotrados. Lo importante es que puedas mantener el orden en tu hogar y al mismo tiempo darle un toque de personalidad que marque la diferencia.