En este ambiente las prestaciones propias de una cocina profesional echan un pulso con la estética familiar, y acogedora. Los objetivos se han cumplido, dando como resultado una estancia equilibrada, en la que el placer de cocinar se lleva a cabo con todo lujo de detalles.
Y, cómo no, la delicia de comer en familia se convierte en un acto totalmente confortable.
Accesorios para la cocina
Además de las tablas de cortar o escurridores existen una gran variedad de utensillos para equipar al máximo la zona de aguas. De esta manera el fregadero se convierte en un auténtico laboratorio culinario.
Dispensador de jabón en el fregadero
Uno de los complementos más prácticos en un fregadero es el dosificador de jabón, que se sitúa al lado del grifo. Se trata de una pieza compuesta por una parte oculta en el hueco interior bajo el fregadero, la cual se llena de detergente para la vajilla, conectada con otra exterior que es el pitorro el cual se presiona y expulsa el jabón. Con este recurso se favorece la ergonomía, teniendo siempre a mano lo necesario para fregar los platos con total comodidad.
De esta manera, este ambiente logra combinar todas las exigencias de la estética y la funcionalidad, aprovechando al máximo todos los recursos disponibles.
