Los correctos cerramientos son una de las variables más importantes en las reformas o la construcción de nuevas viviendas. Elegir los que se adapten mejor a nuestros proyectos hacen que se conviertan en una mejor inversión a medio plazo.
Una parte significativa del peso de un buen aislamiento recae en los materiales que se utilizan. En la carpintería de aluminio de Barcelona Macrisal, podemos ver lo último en ventanas y puertas de aluminio, el material ideal, junto con el PCV para este tipo de trabajos.
¿Qué es un cerramiento y para qué se usa?
Es una estructura semipermeable que separa los espacios interiores de los exteriores y cerrarlos. Es semipermeable porque se puede atravesar a pesar de que sirva como división. Ejerce el papel de protección contra las inclemencias del clima y resguarda lo que se encuentra dentro. Los cerramientos son las ventanas y puertas que te conectan con el exterior.
Se utilizan para aprovechar de una mejor manera los espacios que están al aire libre. Normalmente se descuidan los espacios exteriores por el clima, o no se aprovechan de la mejor forma. Al colocar un cerramiento, se crea un nuevo ambiente protegido al separarlo del exterior.
Beneficios de los cerramientos de aluminio
En general, los cerramientos son una gran ventaja en todas las viviendas, pero unos materiales son más útiles que otros por distintas razones. El más recomendado es el aluminio porque otorga varias ventajas con respecto al resto. Las ventanas y puertas hechas de aluminio son la opción más recomendable actualmente.
El aluminio es un material muy resistente, por lo que es perfecto para cumplir el rol de resguardar. Aguanta muy bien el castigo que ejerce el clima sobre el cerramiento, además de que es un material que perdura en el tiempo.
Esta misma resistencia permite que los marcos sean bastante reducidos, y así los vidrios gocen de mayor amplitud para brindar mayor iluminación. A pesar de esto, el aluminio es muy ligero y por tanto fácil de instalar en cualquier lugar.
Es un material fácil de moldear, así que se crea cualquier tipo de cerramiento con él. Hay variedades de aislamientos, y todos tienen características específicas que los hacen más o menos beneficiosos según cómo se utilicen, pero todos pueden ser de aluminio.
También es muy conveniente porque se puede adaptar a cualquier proyecto, y ajustar cualquier cerramiento según el espacio disponible. Se ajusta a cualquier superficie en la que se quiera colocar y a cualquier espesor de vidrio.
Los aislamientos de aluminio son muy fáciles de mantener gracias a la propiedad antioxidante del material. Es sencillo de limpiar, con tan sólo agua y jabón, así que su cuidado lo puede hacer cualquier persona. Esto es gracias a que el aluminio es sometido a varios tratamientos durante el proceso de industrialización.
Los tipos de cerramientos de aluminio disponibles
Entre las ventanas, las más comunes son las practicables porque son las más cómodas si se van a abrir y cerrar con frecuencia. Además, estéticamente son muy atractivas porque pueden venir con la hoja oculta o a la vista, y su perfilería es mínima.
En esta categoría, las ventanas oscilobatientes suelen ser perfectas para habitaciones algo pequeñas, mientras que las pivotantes están pensadas para colocarse en un lugar que dé una vista espectacular porque pueden venir en grandes tamaños, sin la necesidad de postes ni divisiones. En cambio, las proyectantes se colocan en la parte superior de las puertas, y las hojas se desplazan hacia fuera.
Por otro lado, están las ventanas correderas, que suelen preferir las personas con viviendas de espacios grandes. Las correderas en línea son las que más se colocan en los salones porque dejan entrar una gran cantidad de luz -lo que implica un un gran ahorro energético-, pero lo suficientemente resistentes como para que no se vean afectadas por las condiciones climáticas.
Las correderas elevadoras se colocan cuando las dimensiones de la ventana son aún mayores. Su sistema de apertura de dos movimientos permite que la hoja se pueda abrir más de 3 metros, esto es posible gracias a que se desplaza únicamente después tras haberla levantado. Las correderas paralelas son la combinación perfecta entre puerta corredera y ventana oscilobatiente.
Las puertas de paso son las que se colocan para acceder desde los jardines hacia el interior. Las grandes posibilidades constructivas que ofrecen, permite que haya una personalización total, como las de zócalos o los paneles. Las monopanel también permiten esta personalización, en la que se pueden incluir incluso vidrios blindados u otros sistemas de seguridad.
Aunque las plegables no tengan esta característica, el atractivo de estas puertas radica en que se pueden abrir en su totalidad sin que ocupen casi espacio. Esto es gracias a que se pliegan y se desplazan para formar un conjunto lateral que apenas se ve.