Los pasillos, dentro de cualquier vivienda, son siempre una zona de paso. Cierto. Sin embargo, también es cierto que puede ser una simple zona de paso fría y sin personalidad o convertirse, por el contrario, en una zona agradable, acogedora y funcional.
Son muchos los tipos de pasillos: amplios, altos, de techo bajo, estrechos, con ventanas o sin ellas, etc. No importa cómo es el tuyo, todos los pasillos tienen su propio encanto, sólo es cuestión de sacarles el máximo partido a la hora de decorarlos.
Si se trata de un pasillo amplio, es posible convertirlo en algo más que un simple pasillo; una pequeña sala de estar o un pequeño rincón de lectura y relax, por ejemplo. Y en el caso de los pasillos estrechos convertirlo en una particular galería de arte, por ejemplo.
Lo ideal es estudiar muy bien el espacio disponible y la características del propio pasillo para aprovechar al máximo el espacio: colocar armarios y convertirlo en una amplia zona de almacenaje es una muy buena opción si se trata de un amplio pasillo, integrar una pequeña salita también puede ser una opción acogedora y práctica o, si se precisa, integrar una pequeña mesa y convertir el pasillo es una zona de estudio o trabajo en casa.
Las posibilidades son infinitas y la más adecuada depende de las características del pasillo y de tus propias necesidades. Lo importante es tener siempre en cuenta que el pasillo no es sólo un atajo, debe ser también una espacio agradable, acogedor y con encanto. Así, la estancia se hace más agradable.