Crear un buen espacio de trabajo
Hacerlo no resulta sencillo , ya que es que son muchos los factores a tener en cuenta: personales, económicos, ambientas, sociales, etc. Y lo cierto es que tampoco existe una solución perfecta y universal. Sin embargo, lo que sí podemos hacer es recurrir a la experiencia y las lecciones que nos ha dado.
Si necesitas un espacio de trabajo para un equipo productivo, hay algunos básicos a tener en cuenta:
Que todos los componentes implicados en el proyecto se encuentren en el mismo espacio.
Esto facilitará una comunicación más fluida.
Aislar, en la medida de lo posible, los ruidos.
Esto resulta vital para que los implicados en el proyecto trabajen con comodidad. De manera que la mayor parte de lo que escuchen esté relacionado con el proyecto y siempre en un tono moderado, agradable e inspirador.
A este respecto pueden ser útiles aislantes acústicos en las paredes.
Minimizar las distracciones.
Las distracciones afectan negativamente a la productividad. Por lo tanto, conviene evitar cualquier cosa que pueda distraer de lo realmente importante: teléfonos, ubicar las mesas de trabajo lejos de las puertas, etc.
Si se trata de espacios de trabajo en los que participan varias personas, conviene que las mesas o escritorios permitan la colaboración con otros miembros del equipo.
Zonas y accesorios que ofrezcan información del trabajo
listas de tareas, gráficos, etc. Zonas que permitan saber el punto en el que está el proyecto, qué está ocurriendo. Pueden ser paredes de pizarra, tablones, etc.
Debe ser un lugar cómodo:
buena iluminación, ventilación, muebles funcionales, una decoración cuidada, elementos que inspiren y motiven, etc.
Herramientas apropiadas.
Conviene invertir un poco más en pantallas, pizarras, tablones, sillas hergonómicas, etc., con el tiempo es algo que se amortiza muy bien y permite ahorrar tiempo y energías.
Y todo eso, ¿cuánto cuesta?
El coste de crear un buen espacio de trabajo es la primera excusa que nos ponemos a nosotros mismos. Sin embargo, como bien puedes observar en las imágenes, es posible crear cómodos y funcionales espacios para trabajar con materiales realmente económicos, algunos incluso reutilizados, como pueden ser cajas que hacen la función de repisas.
Además, si haces una comparación de la relación coste/beneficio, comprobarás que invertir un poco, cada uno en la medida de sus posibilidades, en un buen espacio de trabajo, quedará rápidamente amortizado, ya que afecta directamente al rendimiento y la productividad.
¿Por dónde empiezo?
Analiza primero tus necesidades o las de tu equipo. No es necesitarás lo mismo si trabajas solo que trabajando en equipo. Y luego, el espacio. No es lo mismo contar con una oficina para ti o a compartir, que tener que acomodar un espacio de trabajo en casa.
Luego analiza todo aquello que necesitas o que necesita cada uno de los miembros de tu equipo de manera individual en función de su actividad.
Finalmente piensa en los espacios y herramientas comunes, en caso de tratarse de un equipo. O en todo aquello que es necesario tener cerca, a la vista, etc.
Ahora que ya sabes lo que tienes y lo que necesitas, hay que adecuarlo al espacio que existe y el presupuesto.
Es posible que tengas que renunciar a algunas cosas o sustituir otras. En este caso, establece prioridades.