Cómo hacer de un viejo radiador una pieza de diseño

Los viejos radiadores de fundición en casas y pisos antiguos. Pero, independientemente de lo prácticos que puedan llegar a ser, especialmente ahora que ha llegado el frío invierno, lo cierto es que muchas veces suponen un auténtico problema a la hora de decorar los espacios en los que se encuentran… Sin embargo, con un poco de imaginación y creatividad, esos viejos y molestos radiadores a nivel estético, pueden pasar a convertirse auténticas piezas de diseño que den un toque personal, original y diferente a nuestro hogar. Te mostramos algunas ideas y ejemplo…

La pintura es, sin ninguna duda, el mejor aliado que podemos encontrar si lo que pretendemos es darle un aire nuevo y recuperar ese viejo radiador.
Con tan sólo unos brochazos de color, cualquier viejo radiador adquiere un look renovado y actual. Y si se arriesga un poco con los colores con la intención de mostrar, el lugar de ocultar el radiador, este se puede convertir en el auténtico centro de atención de la decoración, añadiendo un ‘toque’ de originalidad e imprimiendo carácter al espacio.

reciclar un viejo radiadorComo bien puedes observar en las imágenes, los colores llamativos, a pesar de lo que a priori pueda parecer, pueden funcionar muy bien en espacios de diferentes estilos: modernos, con cierto aire retro… Y si se trata de ambientes más sobrios, se puede apostar por hacer que el radiador destaque en la decoración a través del contraste, pintándolos de colores más sobrios (negro, gris.., peor que creen un contraste que los convierta en el foco de atracción visual.

reciclar un viejo radiador

Los más atrevidos pueden, incluso, llevar la creadividad un poquito más allá y pintar el radiador buscando un efecto degradado. Si os fijáis en la imagen de abajo, el resultado es realmente espectacular y es capaz de imprimir un encanto muy especial a cualquier rincón.

radiadores pintados

Lo único a tener muy en cuenta a la hora de pintar cualquier radiador, además de tener la certeza de que no tiene restos de óxido o de otras pinturas (para su correcta conservación), es usar una pintura anticalórica especial e indicada para este tipo de radiadores.

Queda demostrado, tras ver todos estos ejemplos, que si en lugar de optar por la típica opción de ‘esconder’ o intentar ocultar el radiador, apostamos por mostrarlo y otorgarle protagonismo dentro de la decoración, los resultados pueden ser muy sorprendentes.
Si no sabes qué hacer con tu viejo radiador, ya sabes, apuesta por renovarlo a base de algunos brochazos de color… Quizá el resultado te permita abandonar la idea de acabar quitándolo y optando por otros medios de calefacción.