Vuelve a estar de moda el minimalismo de años 90, pero ¿a qué se debe esto? Es posible que la principal razón sea un efecto de nostalgia o tal vez se esconde un pensamiento diferente enfocada a la simplificación de una idea de menos materia.
Hay que destacar que una generación de arquitectos y diseñadores minimalista contaron una historia distinta, dentro de estos se encuentran: Naoto Fukasawa, John Pawson, Peter Zumthor, Jasper Morrison, Tadao Ando, Maarten van Severe centraron su atención en lo simple. Es decir, el enfoque central consistía en eliminar lo que no era necesario y enfocarse en lo que tiene verdadero significado.
Enfoque estilístico y simplicidad
Naoto Fukasawa y Jasper Morrison, en 2006, juegan la carta “Supernormal” se enfocan en objetos discretos que le dan un toque diferente a la habitación sin llamar la atención de forma excesiva.
Debido a su reputación consolidada de Made en Italia, estas empresas italianas han admitido a diseñadores extranjeros que contribuyen al éxito de figuras como Ron Arad, Tom Dixon y Konstantin Grcic.
En la actualidad, la moda es un fenómeno cíclico que constantemente revive elementos del pasado. Una tendencia que ha experimentado un resurgimiento notable en la última década es el minimalismo de los años 90. Este enfoque estilístico, caracterizado por la simplicidad, la funcionalidad y la ausencia de excesos, ha encontrado un renovado atractivo entre diversas generaciones.
Estilo sin esfuerzo
Una de las razones fundamentales detrás del renacimiento del minimalismo de los años 90 es su estética sin esfuerzo. En contraste con las tendencias más recargadas y llamativas de décadas anteriores, el minimalismo aboga por la simplicidad y la elegancia.
La moda de los 90 se destacó por sus líneas limpias, colores neutros y prendas básicas que priorizaban la comodidad sobre la ostentación. En un mundo saturado de estímulos visuales, el minimalismo ofrece un refugio sereno y atemporal.
Por ejemplo, la Colección Magnolia de Emmanuel Gallina para Poliform exhibe una tumbona de máximo confort que integra una tecnología invisible en el respaldo invisible y la belleza de las formas. Esta tumbona es fabricada en madera de iroko, se caracteriza por discretos cojines y unos cómodos. Además, tiene unas ruedas prácticas que facilitan el desplazamiento.
Sostenibilidad y concientización ambiental
La creciente conciencia ambiental ha llevado a un cambio en las preferencias de consumo. El minimalismo de los años 90 encaja perfectamente en la narrativa de la sostenibilidad, ya que aboga por la compra de prendas duraderas y versátiles en lugar de seguir las tendencias efímeras.
La idea de poseer menos, pero de mayor calidad se alinea con la mentalidad contemporánea de reducir el impacto ambiental y promover un estilo de vida más sostenible.
El minimalismo de los años 90 ha resurgido con fuerza en la escena de la moda y la cultura contemporánea, encontrando un lugar especial en el corazón de aquellos que buscan simplicidad, sostenibilidad y una dosis saludable de nostalgia.
Al abrazar la elegancia descomplicada y la funcionalidad, esta tendencia continúa desafiando la percepción de la moda como algo efímero. Se destaca su relevancia duradera en un mundo que valora cada vez más la autenticidad y la conexión emocional con el pasado.