Esa tendencia de construir casas cada vez más pequeñas nos obliga a sacar nuestro lado más creativo e ingenioso. Y es que cuando el espacio es limitado, hay que recurrir a soluciones poco comunes que ayuden a economizar al máximo el espacio y a sacarle todo el partido posible para hacer de esos pocos metros un lugar acogedor, cómodo, funcional y práctico.
Paseando por la red hemos encontrado el fantástico piso que a continuación os mostramos. Un piso muy pequeño, cuenta tan sólo con 41 metros cuadrados, pero que demuestra que con un poco de creatividad y buen gusto, se puede hacer de 41 metros cuadrados un hogar acogedor y cómodo.
Como podéis ver en esta primera imagen, el color protagonista en toda la vivienda es el blanco. Un acierto total, ya que los colores claros contribuyen a sacar más partido a la iluminación natural y a crear un efecto visual de amplitud. Sin embargo, no se ha querido renunciar a añadir un ‘toque’ alegre e informal a través del color en pequeños detalles; y se ha hecho en tonos azul y violeta, que combinados con el blanco y la calidez de la madera, forman un conjunto elegante y muy original.
Para aprovechar mejor el espacio vertical, la estancia cuenta con dos alturas. Es precisamente en la altura superior donde se encuentra la habitación, dotándola, por otra parte, de una gran intimidad. Y abajo cuenta con un living, cocina, baño y hasta se ha sacado espacio para una pequeña zona de estudio o trabajo.
En la decoración destaca, sin duda alguna, la delicadeza y sencillez que aportan las líneas rectas, presentes tanto en el mobiliario como en los pequeños detalles y complementos.
Otro de los detalles que sorprenden es que, cuando se cierran las puertas, la cocina y el baño quedan -casi- ocultos, camuflados gracias a que las puertas de acceso se ha decorado siguiendo la decoración de las paredes. Ese es un detalle muy original que además aporta continuidad y dinamismo a la decoración.
Y en la altura superior, donde se encuentra la habitación, se ha apostado de nuevo por la sencillez… Mobiliario básico y un aprovechamiento total del espacio integrando armarios empotrados que contribuyen a que, una vez se cierren las puertas, todo quede oculto, dando como resultado una estética limpia y con gran armonía.
También en la parte superior de la vivienda, integrada en el armario empotrado, se ha incluido una mesa desplegable que, al abrirla, se convierte en un práctico tocador u otra zona de trabajo. Y cuando no es necesaria, basta con cerrarla y queda totalmente oculta.
Tras ver estas imágenes, es evidente que 41 metros cuadrados pueden dar mucho de sí si se sabe aprovechar cada rincón.
Y a ti, ¿qué te parece este pequeño piso?