Sabemos que según la psicología del color, los colores nos transmiten diferentes sensaciones y provocan en nosotros estados de ánimo variados. Tomando esto cómo referencia, hoy ahondaremos en cómo pintar el espacio de trabajo.
Para esto debemos tener conocimiento de sus efectos para poder usarlos a nuestro favor. Basados en esto, no es lo mismo pintar por ejemplo una habitación, a un salón de reuniones, o un espacio de trabajo. Los tres son habitaciones donde se realizan actividades muy diferentes y en consecuencia, los colores que las revistan deben estar pensados para ser funcionales a sus usos.
No queremos habitar un espacio de trabajo que nos haga sentir cansados, ni tampoco dormir en una habitación que nos mantenga alerta.
Por eso, para cada habitación su color, y en lo que a pintar el espacio de trabajo se refiere, olvídate del negro que puede resultar aburrido en momentos en los que la mente necesita estar activa, y explora los siguientes colores que te ayudarán a desempeñarte mejor en la oficina.
El eterno blanco
Este color se encuentra presente en casi todos los espacios que habitamos, y de forma merecida. Es el color de la pulcritud, el orden, la serenidad. La tranquilidad que evoca es ideal para espacios de trabajo donde necesitamos estar relajados para poder pensar con más claridad.
La luminosidad y amplitud que el blanco otorga nos aporta una sensación de orden y limpieza, importantes para realizar un trabajo de forma placentera, ya que no es para nada recomendable realizar nuestros trabajos en ambientes desordenados que pueden distraer nuestro foco de atención.
El blanco ayudará a que tu espacio no se vea sobrecargado y por ende, tu mente tampoco.
Pintar el espacio de trabajo con naranja
Este es uno de los colores predilectos para pintar el espacio de trabajo. ¿Por qué? Porque representa un shock estimulante para el cerebro.
El naranja ayuda a mantenerte despierto, enfocado en una sola tarea, también estimula la creatividad, y mantiene la mente activa. Es propicio para el diálogo y la sociabilización por lo que también beneficiará de manera positiva tus reuniones de trabajo.
Amarillo enérgico
El amarillo es un color cálido que en la misma línea que el naranja, activa el pensamiento. Se dice que es el color de la alegría, por lo que si lo que quieres lograr es un espacio de trabajo animado y optimista, el amarillo es ideal.
Es un color vital, y que ayuda a la claridad de ideas, pero que debe ser usado de forma moderada, ya que una oficina absolutamente amarilla puede resultar demasiado estridente y sobrecargada. La combinación con el blanco siempre ayuda a desaturarlo y a despejar el ambiente.
Celeste como sinónimo de tranquilidad
Finalmente te recomendamos pintar el espacio de trabajo con celeste, por la serenidad que este color inspira, lo cual ayuda a nuestra imaginación, y también refuerza nuestra memoria. Esto hace que a nivel neuronal, el celeste sea uno de los colores ideales con los cuales pintar el espacio de trabajo.