Si volvemos la vista atrás, nos damos cuenta que el origen de esta moda era de todo menos glamuroso. Nació a principios del siglo XX en hogares con escasos recursos económicos, los cuales dejaban el ladrillo visto porque era más barato que cubrirlo.
Pero, desde que se ha empezado a renacer tendencias más antiguas, se han recuperado viejos muros de casas antiguas. Y a partir de aquí, ya no ha habido vuelta atrás.
Pero, ¿sabes cómo sacar el mayor partido al ladrillo visto?
Ladrillo visto el elemento ideal para crear un hogar
Esta tendencia ha ido evolucionando. Y depende de cómo se utilice, la pared de ladrillo visto puede ser elegante, clásica, rústica e incluso moderna. En la actualidad, es fácil encontrar este recurso decorativo en hogares de todo tipo. Incluso en pisos o casas de lujo.
Su textura y color ofrecen una oportunidad única para romper con los colores planos tan típicos que se usan hoy en día. El ladrillo visto se integra completamente con el blanco, en ningún caso tu casa perderá estilo si los utilizas. Es curioso, como el tono claro y desgastado del ladrillo crea una armonía perfecta con el resto de los tonos.
Cuando encontramos paredes de ladrillo visto, rápidamente nos evocan a esas casas de campo, en las que huir del bullicio de la ciudad. O a esos loft neoyorquinos construidos a partir de viejas fábricas. Y ese sentimiento es el que queremos trasmitir en nuestra casa.
Es ideal para casi cualquier parte de la casa, el salón, la cocina, los dormitorios etc…. Te darás cuenta como parece que se amplía el espacio a partir de colocar este recurso.
Las paredes de ladrillo visto pueden ser recuperadas o no. Dependiendo de si reformamos una vivienda de segunda mano o la introducimos en una nueva.
En el caso de que tu casa no disponga de ladrillos, siempre puedes recurrir a los paneles de imitación. Estos se pueden conseguir en grandes almacenes de bricolaje. El resultado es muy conseguido y realista.
Una pared de ladrillo visto en un elemento decorativo único. ¿Te atreves a probarlo?