Las cortinas no se utilizan únicamente para la filtración de la luz, sino también para reforzar un estilo o decoración. Son también muy útiles para crear un espacio de intimidad, para disimular algún defecto de la habitación y hasta para realzar la vista del exterior. Es necesario tener en cuenta qué función cumplirán para poder elegir las más adecuadas. Además, se deberán tener en cuenta criterios estéticos y decorativos para que dicha elección sea la mejor.
Cómo elegir las cortinas
Como dijimos anteriormente, antes de elegir las cortinas debemos tener en cuenta qué función cumplirán. Esta función puede ser de filtración de luz o de resguardo de la intimidad. Por otra parte, su función puede ser puramente estética. En esta caso debemos definir si será como acompañamiento de algún elemento como puede ser una alfombra, un sillón, en empapelado. Podría ser también para disimular defectos de construcción o para ampliar o reducir visualmente la habitación. Una vez establecida esta cuestión podemos dedicarnos a la elección de las cortinas. Los detalles estéticos son múltiples y muy variados: tipo de cortina, tela, color. El tipo de cortina se define por la forma de colgarla. Puede ser con barrales, de rieles, con tensores, romanas, roller o con visillos.